We haven't officially met [Daphne]

Eran un poco más de las 5 am ,pero ya me encontraba en la cocina junto a los demás chefs debíamos preparar los diferentes desayunos ,organizar distintos menúes para el día de hoy que antes debían ser aprobados y supervisados todos personalmente por Simon o Anthony. Esos hombres eran obsesos ,controlaban todo, prefería olvidar el incidente en la bodega porque casi me da algo, me quedé callada como siempre ante las palabras hirientes del Sr. Basset ,ahora entendía porque todos le temían aunque ellos lo llamaban respeto, parte de mi le odiaba por humillarme de esa forma tan solo por una botella que no se notaría en su inventario , tenía un carácter grosero, sumamente descortés ,arrogante y su trato para los empleados a quienes llamaba despectivamente "criados" dejaba mucho que desear ,imaginaba que su prometida era igual de estirada y narcisista  como el ,pero aún no le conocía, estaba concentrada batiendo la crema para el merengue italiano del tiramisu ,batía con tanta fuerza que no me di cuenta que uno de los guardias del Sr. Basset me gritaba apurándome porque Anthony Rutlegde supervisaría hoy el menú y el hombre estaba demasiado apurado y no podía perder el tiempo con la ineptitud de una simple "criada" , como siempre agache la cabeza y no lo mire , solo me quedé paralizada ante sus palabras ,más ante la mención de Anthony, el me gustaba un poco ,a pesar de su carácter fuerte y dominante ,era apuesto y seductor, aunque claramente sabía que no se fijaría en alguien de mi clase y que tenía novia, pero ser humillada frente a el era algo que no deseaba ,cuando George se volvió a acercar gritándome si era sorda o que ,me sobresalté , mis manos resbaladizas y torpes arrojaron el bol con todo el merengue italiano dejando a George completamente impresentable, lleno de la crema en si elegante y costoso traje, bueno creo que este es tu fin Maxine.... o me matan o trabajaré gratis de por vida para todos los Rutledge y Basset, porque diantres mis manos eran de mantequilla ,deseaba que la tierra se abriera y me tragara pero no era tan afortunada ,estaba marcada por la mala suerte...

Ya no podía seguir durmiendo, no había vuelto a tener esa pesadilla desde hacía varios días, se me había olvidado con todas las distracciones que tenía ahora mismo, no podía olvidar a ese hombre muerto frente a mi, mismo que yo había asesinado, y a eso se le sumaban otras imágenes de cuando vi a mis tres hermanos mayores haciéndose cargo de otros cadáveres junto con Simon, me había prometido no pensar más en eso, pero no podía seguir durmiendo, así que me levanté y me vestí para ir a dar una vuelta por el hotel, tenía entendido que todos los chefs comenzaban a trabajar desde temprano por ordenes de mi hermano Anthony, tenían que tener preparados los platillos que éste les pedía cada día, además no conocía todavía la cocina del hotel, no batallé mucho para dar con ella porque antes Simon me había dicho dónde estaba, fuera lo que fuera que estuvieran cocinando ahí adentro, olía delicioso, así que entré, la cocina era enorme, había demasiadas personas trabajando aquí rápidamente, la mayoría solamente gritaba nombres de ingredientes de los platillos, otros cortaban verduras, carnes, parecía como si estuvieran armando algo para los reyes de Inglaterra, sonreí mientras me acercaba a algunos a preguntar qué era lo que cocinaban, me hicieron probar un trozo de pan en el camino para que diera mi visto bueno, todo era estupendamente delicioso aquí, ahora comprendía por qué razón siempre estaba lleno el restaurante.

Escuchar a alguien gritando llamó mi atención, volteé a ver de qué se trataba y pude identificar a George, el escolta de Simon, no lograba comprender lo que decía, solo supe que de un momento a otro éste había enloquecido luego de que una de las chefs tirara un recipiente al suelo, no sin antes haberlo llenado completamente de lo que estaba preparando, eso me causó un poco de gracia, más no la forma en la que éste comenzó a hablarle a gritos y con insultos, pero lo que colmó mi paciencia fue cuando la jaló para obligarla a recoger los cristales del suelo - George, ya fue suficiente... - Me acerqué observándolo de mala gana tras recibir un saludo de "Señorita Rutledge" de su parte - Escucha, que sea la última vez que te veo tratando así a la señorita, tú no eres su jefe, y no tienes ningún derecho sobre ella - Le escuché protestar algo de que ella debía pagar lo que había tirado y recoger el desastre - Llama a alguien de limpieza, ella no lo hará... y ve a cambiarte de ropa, será mejor que no comentes esto con el señor Basset o con mi hermano, o de lo contrario me aseguraré de que te despidan, y sabes que ninguno de los dos me dirá que no - Intenté que mi voz sonara tan amable como fuera posible, pero no podía tolerar que alguien le levantara la mano a una chica, cuando la observé esta parecía como un cachorro asustado, y aquello me hizo odiar al tal George que era lacayo de Simon, asintió y se marchó.

Negué con la cabeza luego de que se fue y volteé a ver a la chica con una sonrisa amable - Hola, me llamo Daphne - Le dije con tono amable mientras le pasaba una servilleta para que se limpiara - Lamento que el perro guardián de Simon te hablara de ese modo, si vuelve a hacerlo solo dímelo y me encargaré de él, él no es tu jefe, no tiene ningún derecho a... - Me estaba exaltando un poco, pero la forma en la que le gritaba y la jaloneaba no eran formas de llamar a una chica - Hablo mucho algunas veces... siempre - Confesé antes de volver a observarla -No tienes mucho trabajando para la familia, ¿cierto? - Pregunté mientras observaba como algunos nos veían como si nos hubieran salido cuernos o algo - ¿Vienes a dar un paseo conmigo? - Sabía que no iba a decir que no, pero antes de que protestara ya la estaba jalando de la mano para que me acompañara al otro lado de la cocina donde había menos personas mironas.

Ya me había habituado al ritmo del hotel pese a que no era al cual estaba acostumbrada y eso que había trabajado ya en distintos y diversos lugares del mundo , todo para perfeccionarme y conocer variados platillos y postres de todo los lugares a donde visitaba o iba a hacer algun curso ,aprendí desde los platos típicos franceses, italianos o españoles hasta los más diversos postres suizos que eran en su mayoría los favoritos por todos, había pasado una pequeña temporada allí en Suiza como en Alemania trabajando en un pueblo pequeño ,más bien una colonia solo visitada por turistas ,allí fue donde trabajé antes de venir aquí ,era un restaurante modesto pero de un ambiente cálido ,confortable y sumamente familiar,situado en las afueras de Amsterdan ,claro nada que ver a comparación del lujoso Hotel en el que me hallaba ahora, ni del vertiginoso ritmo del Restaurante de la familia Rutledge, lo cual me ponía algo nerviosa, me desesperaba no llegar a tiempo con los platos o menues , siempre había sido perfeccionista pero tanto el Sr. Basset como el Sr Rutledge me intimidaban ,y obviamente no deseaba perder este empleo más que nada porque llevaba tiempo guardando mis ahorros para contratar un detective que diera con el asesino de mi padre y también para ayudar a Jeremy en sus estudios .Echaba de menos a mi hermano pero me conformaba con enviarle postales de vez en cuando y ahora aquí ya no podía hablarle por teléfono...

Pensaba en ello mientras tomaba nota mentalmente de las cosas e ingredientes que faltaban para terminar mi tiramisu ,estaba batiendo el merengue tal vez con más fervor de lo que debía al ver como ese tal George se acercó a mi de modo intimidante ,tal como su jefecito de un momento a otro comenzó a gritarme para que me apurara porque obviamente Anthony no tenía tiempo para perder, me puse tan nerviosa que mis manos se volvieron mantequilla y sus gritos me sobresaltaron tanto que se resbalo el recipiente de cristal de mis manos junto a toda la crema empapando a George ,su expresión se volvió sombria ,amenazante ,sus ojos estaban inyectados de ira ,lo cual me puso nerviosa y me quedé allí paralizada,  sin poder decir nada ,como una tonta, escuchaba que me gritaba algo de que recoja los cristales y pagaría por ellos ,como también como demonios Anthony contrató una niña tan torpe e inútil  y que no me alcanzaría la vida para pagar los daños ,sentí que me jalaba del brazo en dirección a los cristales ,intenté soltarme pero era más fuerte que yo, odiaba sentirme así de vulnerable e indefensa ,más ante un hombre. En eso el se volteó sorprendido por los gritos no muy cordiales de una joven. Respire agradecida a quien fuera que lo ajelo de mi y del bochorno que estaba haciendo ...

Aproveche para soltarme ,el muy rastrero me había dejado su marca en la muñeca, quise recoger el daño pero la jovencita que para mi sorpresa era la futura Sra Basset ,lo mando a mudar e impidió que recogiera los restos de cristales .La mire agradecida y me levanté aún llena de crema en el delantal ,George salió enfurruñado y me miro con mala cara.Suponía que significaba esta vez te has salvado pero será la última ...

Me quité el delantal y escuché como George se marchaba obedeciendo a la joven ,al parecer no era lo que me imaginaba era al contrario de Simon Basset una chica de apariencia dulce, amable y comprensiva ,le sonreí cuando se presento con suma amabilidad y cordialidad ,era una jovencita muy encantadora y dulce-Un gusto Srta Rutledge ,y gracias -respondí mirando el umbral por donde se había marchado George, hice un mohín tomando la servilleta e intentando quitar la crema lo más que pude .Mientras le oí no pude evitar sonreír cuando le llamo perro guardián al tal George -Descuide ya estoy acostumbrada a el ,digamos a ese tipo de hombres -comenté con un además  sin mencionar que el mismo Simon me había humillado de una manera peor que el tal George. Dejé la servilleta a un lado junto con los demás ingredientes y asentí a su pregunta -Si , soy nueva, no llevo ni dos semanas aquí y ya estoy en la lista negra de su hermano seguramente como del Sr .Basset pero gracias ,es muy amable de su parte - respondí con una sonrisa genuina  mientras buscaba algo en la mesada -No me molesta en absoluto yo también lo hago de hecho ,a veces soy como una radio parlante deben ponerme un stop - dije riendo, aunque me preguntaba porque estaba en la cocina y porque hablaba con una "criada" seguramente su futuro marido no lo aprobaría ,le tendí una bandeja con muchos de mis muffins la mayoría eran los bañados en chocolate con corazón del más delicioso chocolate suizo y había otros marmolados o con chispas y diversas coberturas y decoraciones , le ofrecí para que los probara y eligiera el que más le gustará  -Toma a ver que le parece, los de chocolate suizo son mis favoritos - acoté como sugerencia ...

Notaba que muchos se quedaban viéndonos lo cual me incomodaba ,acaso me había pasado o nunca habían visto a la joven en la cocina. Pensaba en ello cuando me preguntó si quería dar un paseo ,no me dejo acotar que no sería apropiado o que no iba presentable para pasear por el hotel o que si me viera su hermano o su prometido podría meterla en problemas cuando ya me estaba jalando fuera ,a otro extremo de la cocina sumamente entusiasmada ,la miré confundida mientras probaba el muffin que minutos antes le había ofrecido, me caía bien esta chica aunque no entendía como podía estar con alguien tan dominante o cínico como ese Simon pero bueno ese no era mi asunto ...

Honestamente nunca me había agradado George para nada, aún en Londres siempre andaba detrás de Simon para todos lados cuando tenía que ir a algún asunto importante, no me importaba que fuera su guardaespaldas, pero igual lo detestaba, especialmente porque siempre se daba aires de grandeza y trataba a los empleados con la punta del pie, claro que eso en parte era culpa de Simon, que le había permitido hacerlo, y por si no tuviera ya suficiente, ahora me encontraba con que era el encargado de los empleados aquí, pero el verle tratando de ese modo a la pobre chica que ni siquiera alzaba la mirada para verlo me hizo echar chispas, pude percibir la mirada que éste le lanzó a la chica antes de marcharse, pero mantuve mi postura firme hasta que salió de la cocina, ¿qué hacía en éste lugar para empezar? Negué con la cabeza y luego miré a la chica que podía decir era tal vez de mi edad, le sonreí de modo tranquilizador - Vamos, solo dime Daphne o Daph, además puedes hablarme de tú, aún no estoy casada ni soy tan vieja - Bromeé antes de volver a sonreirle - Y tú eres... - Observé el prendedor con su nombre ya que no me había dicho su nombre antes - Maxine, ¿puedo llamarte Max o Maxie? -Pregunté amablemente mientras la veía quitarse el delantal que llevaba, me sentí un poco mareada con tantos olores mezclados, aunque posiblemente era que nunca antes había estado en la cocina de un hotel con decenas de chefs - Acostumbrada a ese tipo de hombres... pues será mejor que vayas dejando de estarlo, porque nadie tiene por qué tratarte de esa manera, así que si alguien más vuelve a portarse mal contigo solo dímelo y me encargaré personalmente - Le guiñé un ojo cómplice, arrugué la nariz ante el aroma de la salsa que preparaban, ¿desde cuando tenía tan buen olfato?

Decidí ignorar mis nuevos y extraños instintos, y me concentré en Maxie, quien me contaba que en efecto no llevaba mucho tiempo trabajando aquí - No te preocupes por mi hermano y por Simon, pareces buena en lo que haces, así que no creo que ese vaya a ser un problema, además, si alguno de los dos se mete contigo, se las verá conmigo - Le aseguré mientras ponía mi mano sobre su hombro y me reía también cuando dijo que era como una especie de radio parlante, vaya, pues entonces seríamos grandes amigas - Gracias, pareces ser muy buena decoradora - Dije al observar los muffins que me señalar, tenía el estómago un poco revuelvo a causa de los olores de la cocina, pero no le diría que no, así que tomé y lo probé, era simplemente delicioso - Vaya pero si son deliciosos, ¿eres alguna especie de repostera o chef profesional? - Le pregunté curiosa mientras continuaba probando el suave muffin, era extraño pero en lo único que mi estómago pensaba ahora era en el chocolate, y yo no tenía problema alguno con atenderlo, me encantaban los dulces. Igualmente la jalé para que acompañara antes de que fuera a decirme que no, de hecho podría pedirle luego que hiciera algunos de estos muffins para mi, ya que aparentemente mi adicción al chocolate había ido en aumento los últimos días - Sabes, había venido con la intención de saber lo que prepararían hoy, pero... ¿no hueles esa salsa? - Le pregunté haciendo una mueca, aunque por su mirada, imaginé que no, alcé una mano restándole importancia - ¿Hay algo más que te guste hacer además de cocinar? Digo... porque no te la pasarás aquí por todo el día, ¿o sí? - Nunca había preguntado eso a alguno de los empleados de la familia, ¿harían otra cosa además de su trabajo? Porque eran personas, y las personas teníamos hobbies, pasiones, muchas cosas.

A decir verdad estaba tan ensimismada en mis problemas pensando en como se hallaría mi hermano y en como contratar un detective que llegará a quien asesino a nuestro padre que no noté a George hasta que estuvo gritándome como demente en mis narices ,lo cual me intimidaba ,me recordaba momentos que deseaba olvidar de mi vida, porque volvía a ser una niñita asustadiza de 5 años ,simplemente deseaba gritarle ,replicar de alguna  forma pero no podía ,era demasiado débil tal vez y sabía que perdería el empleo ,aunque viéndolo enfurecido lleno de crema ya creo que podía considerarme despedida, seguramente iba a correr a Simon con el cuento o a Anthony, genial ...siempre tan patosa ,pero supongo que la llegada de la Srta Rutledge me alivió ,vaya si que era una mujer que sabía hacerse respetar, lo cual me decía que quizás no debí juzgarla sin conocerla, me reí al ver el rostro de George ,ahora el parecía el sumiso pero lo que menos deseaba era molestar a la prometida de su jefe ,aunque sabía que no se quedaría feliz con este hecho y buscaría alguna manera de vengarse. Levante la mirada agradecida por su repentina aparición e intervención ,me quite el delantal y tomé la servilleta intentando limpiarme al menos las manos llenos de merengue , y saludándola como corresponde mientras observaba de reojo como George se marchaba ,ella era muy amable y me pidió que la llamará tan solo Daphne o Daph-Esta bien Daphne gracias -dije con una sonrisa genuina -Es verdad no eres para nada vieja ,creo que tienes mi edad ,no mucho más -fue más una pregunta que aclaración ,no parecía mayor que  yo y era obvio que se sentiría mayor con el Sra. Reí por su comentario aunque el mio no se si fue acertado ,me miro como preocupada a que viera normal o al menos me resigne a esa clase de tratos ,desvié la vista mientras encendía uno de los grandes hornos y buscaba en la mesada -Claro Max o Maxie me agradan ,no me gusta que me llamen por el nombre completo, creo que eso lo hacen los padres cuando se enojan con sus hijos -comenté caminando con un encogimiento de hombros.

-Supongo que si, ha oído hablar que uno repite el mismo tipo de hombre ,o algo por el estilo ....pues podría ser mi caso ,aunque jamás me fijaría en George -hice una mueca de asco negando con la cabeza ...

-Creo que estará acostumbrada a lidiar con ambos ,imagino debe ser difícil criarse entre tantos hermanos varones no? descuide le mantendré al tanto ,digo la mantendré al tanto Daphne  -dije buscando los cupcakes y regresando a su lado  tendiéndole la bandeja para que capte uno de mis cupcakes - De hecho si soy Chef profesional estudie en distintos lugares y trabaje en varios también para conocer más los platillos de cada lugar pero creo que  Suiza fue mi favorito , el chocolate de allí es simplemente algo irresistible y aunque me gusta cocinar de todo lo que más me gusta son los postres ..supongo soy golosa -dije riendo al darme cuenta que había hablado sin parar entusiasmada ,aunque cuando me dijo de dar un paseo creía que no era correcto o la podrían regañar pero no me dio tiempo a protestar que ya estábamos en el otro extremo , ante su mención mire alrededor pero no noté nada ni un solo olor extraño -Pues tal vez ... es que estoy tan acostumbrada a los olores de la cocina que ya no los noto -respondí con un vago gesto ,tomé una taza para servirle un te o lo que deseará imaginaba que tendría sed- Te? -pregunté mientras caminaba buscando la vajilla -La mayor parte del tiempo de hecho si la paso aquí ,soy algo perfeccionista ,tal vez por demás ...no me gusta que las cosas se hagan mal ,mi lema es o lo haces bien o no lo haces -dije mientras le servía un te caliente ,me encogí de hombros -Pues sino me paso el tiempo en mi habitación me encanta leer lo que sea ,la música , o no se supongo que no he tenido demasiado tiempo libre -respondí mordiendo mi labio nerviosa, en realidad había estado demasiado preocupada por mi hermano como para dormir así que no pensaba en otra distracción..

Por lo que podía ver ahora mismo, no a todos los hombres les habían enseñado los mismos valores ni tenían la misma educación que muchos otros que conocía, ¿pero qué clase de hombre trataba así a una chica? Era cierto que George nunca me había caído del todo bien, pero era la mano derecha de Simon, aunque no sabía por qué razón, tal vez el hecho de que no hablara con nadie porque a nadie le agradaba podía ser una buena explicación, como fuera, era la primera vez que le veía perder la cabeza como hoy, era bastante suertudo de que no fuera una chismosa, pero si me enteraba que volvía a hacerle lo mismo a Max, entonces se las vería conmigo - Pues gracias por decir que no soy vieja - Me reí llevándome una mano al pecho de forma teatral como si se tratara de un gran cumplido - Posiblemente tengamos la misma, a decir verdad jamás me he idealizado a mí misma como señora Rutledge o algo así, esa era mi madre - Le expliqué con naturalidad mientras observaba lo que hacía, en realidad no estaba segura de lo que estaba haciendo, era mi primera vez dentro de una cocina, ¿no decían luego que las mujeres casadas debían saber cocinar? La verdad dudaba que Simon me lo pidiera algún día pero no estaba por demás, y podía hacerme amiga de esta chica y aprender algo de ella - Dímelo a mi, aunque muchos de mis hermanos no tienen un diminutivo, tal vez eso los hizo no saber diferenciar - Bromeé para luego escucharla, ¿uno repite el mismo tipo de hombre? - A ver si lo he entendido bien, ¿no haz tenido muy buenas experiencias románticas? - Le pregunté abiertamente, sin ocultar mi interés al dirigirme a ella - Lo siento, soy un tanto entrometida algunas veces - Me excusé por ello aunque para ser sincera, no lo sentía tanto.

Me encogí de hombros cuando dijo que suponía ya estaría acostumbrada a ellos, la verdad es que aunque pareciera raro, no había sido tan malo crecer rodeada de chicos - En realidad no es difícil, de hecho es bastante divertido, ya sabes... soy la mayor de las mujeres y digamos que me consienten más de la cuenta, ¿tu tienes hermanos? - Le pregunté para luego tomar uno de los cupcakes, pero vaya, nunca antes había probado pastelillos de chocolate más bueno que éste - Todo eso suena excelente y muy divertido... ¿me enseñarías a cocinar algo? Soy un completo desastre en la cocina pero tú eres una experta, y prometo seguir las instrucciones - Levanté una mano en señal de promesa esperando que aceptara enseñarme, claro que sería como la niña que debe estar acompañada por un adulto en la cocina, decidí ignorar el aroma que había sentido antes y asentí cuando preguntó si quería té - ¿En serio? Pues yo también soy bastante perfeccionista, algunos dicen que algo obsesiva pero... Me gustan las cosas bien hechas, pero dime ¿y las fiestas? ¿Te gustan las fiestas? Ya sabes, los vestidos, zapatillas, peinados... - La observé como si necesitara examinarla por algo, pero es que de repente se me había ocurrido una gran idea. Eloise había pasado todo el tiempo ayudándome a elegir mi atuendo, y ahora sentía la impetuosa necesidad de hacer lo mismo por alguien más, Maxine y yo teníamos una complexión parecida, así que podría regalarle algo para que pudiera ponerse.

No conocía a muchos de los empleados de este lugar, solamente a unos cuantos de vista, pues Simon me había dicho de qué era lo que se encargaban, así que Max era técnicamente la primera con la que tenía una conversación, y tenía que decir que me agradaba, no esperé que fuera a caerme bien tan rápido, pero me parecía una chica con cierta inocencia en ella, además que también me resultaba agradable, así que supuse sería sencillo tratarla - ¿De verdad? También estoy por cumplir los 26, aún me falta un poco, pero supongo que cuando sea tu cumpleaños podríamos planear hacer algo - Le dije con cierto entusiasmo en mi tono de voz, al menos algo entre nosotras, después de todo ella parecía una excelente cocinera, me pensé un momento la respuesta cuando preguntó si echaba de menos a mi madre - Sí, aún echo de menos a mis padres, murieron hace tiempo pero... supongo que uno jamás deja de extrañarlos - Me encogí de hombros aclarándome un poco la garganta para cambiar de tema, jamás hablaba de esto con nadie, lo había hecho con mis hermanos en varias ocasiones, sin embargo, aún me dolía el recordar todo aquello, me reí también cuando mencionó lo fatal que debería ser tener 7 hermanos - Te sorprendería, pero es que es bastante divertido tener a tantos hermanos, al menos tienes la certeza de que no estarás sola aunque... muchas veces son un gran dolor de cabeza - Le conté divertida, imaginaba no tenía hermanos, aunque bueno, hoy en día nadie tenía tantos hermanos como yo. Me arrepentí de preguntarle por sus experiencias románticas, no era asunto mío, aún así me respondió - Pues lamento que haya sido así, pero ¿sabes algo? Estoy segura de que encontrarás a alguien que te haga ver que no todo son chicos malos - Mencioné bastante segura de mis palabras, era una chica bastante linda y joven, más de uno debería de haberse fijado ya en ella, de eso estaba segura.

Tomé uno de los cupcakes que me ofrecía junto con la taza de té, debía de admitir que todo era delicioso, era un poco quisquillosa con cualquier clase de té, pero este era estupendo - Todas mis hermanas y yo estamos bastante consentidas, especialmente Francesca, está algo enferma y solemos protegerla bastante - Dije al mismo tiempo que pellizcaba un trozo del cupcake que tenía frente a mi, sonreí cuando me contó que tenía un hermano menor - Me lo imagino, debes llevarte muy bien con él teniendo en cuenta que es el menor - No pude evitar pensar en Gregory, era el menor de los varones, y la verdad es que lo adoraba; se me ocurrió pedirle que me enseñara a cocinar, siempre me había parecido interesante todo este asunto de la cocina, pero era pésima - No lo sé, cualquier cosa, creo que podría empezar con algún postre... - Lo pensé un poco y me reí cuando preguntó si sabía usar una estufa - Pues se que cocinas en ellas... y que necesitas fuego para poder hacerlo si es que sirve de algo - Respondí con un pequeño esfuerzo por recordarlo antes de reírme una vez más - Este es un nuevo mundo para mi como podrás verlo - Me encogí de hombros y suspiré antes de que se me ocurriera preguntarle si le gustaban las fiestas, ella me enseñaría a cocinar, así que yo igual podía hacer algo por ella - Tengo una idea... me encantaría que vinieras a mi boda, no como empleada, sino como mi invitada especial, ¿qué dices? - Le pregunté emocionada, podía darle uno de mis vestidos, es más, hasta haría que Luigi la peinara y maquillara para el gran día.

Era posible que recomendara a Maxine con Anthony para que la tuviera en consideración para algún ascenso, era una chica que a mi ver era bastante buena en lo que hacía, tenía las cosas en orden por la cocina, y todo estaba limpio, además de todo era una chica joven y que si estaba aquí tenía que ser porque necesitaba el empleo, era bastante amable, así que no tardó nada en caerme bien, tenía una buena impresión de ella, me inspiraba confianza y la verdad es que me caería bien tener una amiga por aquí, pues pensaba volver algún día al hotel, y esperaba que fuera pronto - Es bueno saberlo, lo anotaré en mi agenda para no olvidarlo, y te prometo que vamos a festejarlo - Le aseguré con una amplia sonrisa de oreja a oreja, misma que fue borrada al mencionar a mis padres, tenía muy buenos recuerdos de ellos, mi infancia había sido la mejor de todas, y sin duda mi vida habría sido mucho mejor si mis padres siguieran aquí, si aún estuviera aquí en el día más importante de mi vida - No, no te preocupes... está bien, es solo que no suelo hablar nunca del tema - Le respondí con una ligera sonrisa jugueteando con los dedos de mis manos. Escuché lo siguiente que me dijo con atención, ya que ahora que lo escuchaba de alguien más, sabía que era cierto, y que donde quiera que estuvieran ellos, estaban conmigo y con mis hermanos - Sí... bueno así espero que sea... gracias Maxie - Apreté su mano de vuelta y le sonreí en un gesto de agradecimiento, pero me aclaré la garganta, ya que prefería dejar los temas tristes de lado - ¿Esperas que esté estudiando? ¿Cómo? ¿No sabes en dónde está tu hermano? - Mi voz sonó, una vez más, curiosa, era raro que no supiera de su paradero, especialmente porque ahora ella esta muy lejos de... toda la sociedad en la misma ciudad o cualquier otra parte del mundo.

No me imaginaba cómo habría sido su vida amorosa, pero la verdad que esperaba que pudiera encontrarse con alguien digno de ella, Max tenía una especie de inocencia en su rostro que me hacía ver que sin duda era una muy buena persona, así que lo menos que merecía era un buen chico que la quisiera, quizás hasta hacía de casamentera por aquí ahora - Hace tiempo que está enferma pero Benedict ha estado ocupándose de ella desde entonces - Le expliqué brevemente, la verdad es que Francesca no solía salir mucho, a menos que estuviera acompañada de alguien más, aunque con su carisma siempre encontraba a alguien - Dímelo a mi, el menor de los varones de mi familia, creo es el más maduro de todos - Me reí también, Gregory era demasiado maduro para su edad, y tenía un algo que me hacía creer que la chica que se enamorara de él, sería la más afortunada; luego de que le pidiera a Max enseñarme de cocina y que accediera, decidí obedecer en lo que dijera, pues no quería quemar el hotel tampoco - Entonces creo he reprobado la primera lección - Respondí riéndome, pues realmente no sabía encender siquiera una estufa, tomé el delantal que me dio y me lo puse como ella - ¿Qué dices si le ponemos chocolate y... helado tal vez? - Le dije emocionada como si fuera una niña de 5 años antes de ir a lavarme las manos. Le pedí que viniera a mi boda como invitada, sonreí ante su reacción - No tienes por qué preocuparte por Simon, tiene su carácter, pero es un encanto una vez que lo conoces, además... cumple todos mis caprichos - Lo dije en voz baja con una sonrisa, aunque todos aquí sabían eso, aunque yo igual sabía que algunos empleados le temían, más no estaba segura de por qué razón.

A decir verdad la bronca y humillación que sentía minutos antes y el nerviosismo que me causaba la presencia de George se habían disipado por completo ,si no fuese por Daphne estaría abatida, refugiada en un rincón  y seguramente despedida o humillada por George ,pero su estado de ánimo alegre y esa forma de ser tan angelada me contagiaban su entusiasmo y alegraban mi ánimo ....

Acabé de dejar las cosas en orden sonriendo a Daphne -Eso sería algo  nuevo para mi , hace años no lo festejo -comenté bajando la vista a la mesa dejando todo limpio ,la verdad que desde que mi padre falleció y estaba lejos de Jeremy no tenía ánimos de festejar cumpleaños para mi era un día más y no recuerdo tampoco haberlos festejado de pequeña ,solo cuando aún estaba mamá con nosotros ,mi mirada era melancólica ,aún no cabía en mi cabeza como nos había abandonado ,Jeremy era tan solo un bebe ,mi padre puede haber sido un estafador pero que nos amaba no me cabía duda y a veces lo necesitaba ,solté un suspiro. Estaba perdida en mis pensamientos y lo primero que fui a preguntar fue por sus padres ,pude ver que Daphne se entristecía al hablar de ellos ,yo y mi maldita lengua -Lo siento de verdad ...lo que menos deseaba era ponerte triste -murmuré encogiéndome de hombros intentando disculparme...

-Estoy segura que es así no tienes que agradecerme - dije con un tono dulce dejando la taza de te a su lado -Se que puede ser una idea tonta tal vez infantil  pero me gusta creer que aún siguen pendientes de nosotros donde estén , no me cabe duda que estarán orgullosos de ti -sonreí cuando me apretó la mano ,no hacía falta decir más mejor cambiar el rumbo de la conversación porque la muerte era un tema delicado para ambas que lo vivimos de cerca ....

Reí por su comentario, quizás hable tan acelerada como de costumbre que me enredé -Claro que lo se ,no soy tan mala hermana ,el esta en Bristol con nuestra abuela ,solo que Jeremy nunca fue muy estudioso aunque como siempre le digo si no estudias en esta sociedad no serás nada -comenté dejando los pastelitos a su lado ...

Cuando hice aquel comentario ,creo que Daph noto que mis experiencias amorosas aunque fueron escasas fueron un fracaso por ser con personas inadecuadas pero no preguntó demasiado del tema así que le pregunté por sus hermanos ,pero ignoraba que una de sus hermanas estaba enferma -Entonces esta en buenas manos tengo entendido que tu hermano es un excelente y reconocido doctor- acoté batiendo crema y dejándola en la heladera ...

-Si necesitas algo para Francesca ya sabes un postre especial o algo no dudes en pedirme -recalqué con una sonrisa ...

-De verás ,si creo que los pequeños son más maduros ,Jeremy siempre ha sido independiente y bueno el sabe cuidarse solo aunque no por eso dejo de preocuparme como tu imagino- accedí a su pedido ,como negarme después de lo buena que estaba siendo conmigo ,busqué ingredientes ,otro delantal y la wafflera -Obviaremos la primera lección ,ahora solo mezcla los ingredientes mientras busco el chocolate y el helado una excelente elección y combinación -comenté con una mirada de aprobación  dirigiéndome hasta el refri-¿Helado de crema o chocolate también?- le pregunté sacando ambos ...

Cuando me invito a su boda me quede plasmada boquiabierta como si fuera un hada madrina ,estaba emocionada porque creo era la única persona que me había tratado realmente como tal y ahora me invitaba a su boda, los borbotones de lágrimas amenazaban con salir -Segura? -reí cuando dijo que el concedía sus caprichos ,imaginaba que con su familia y ella era diferente -Esta bien me encantaría -dije entusiasmada sonriendo de oreja a oreja .Realmente la charla y compañía de Daphne habían transformado un día que lo veía gris en uno lleno de emoción, con nuevas esperanzas y una nueva amiga ...