i don't have a light- Gale (Jasper)

por Eleonor J. Bettel Jue Jul 23, 2015 9:09 pm

Flashback

De repente tienes un título u imagen y alguna persona pretende creer que puede opinar o tomar decisiones sobre la vida de uno, lo irónico siempre serán las reacciones de dichas personas que se victimizan justo cuando una decide poner los puntos bien en claro, aunque después de todo me importaba poco sin se llegan a quejar los demás, total tendrían dos trabajos molestarse y volverse a contentar, a diferencia de mí que sus acciones no tendrían repercusión alguna, al menos pensaba eso mientras salía dignamente por la puerta principal de un centro A.A, No podía negar que el asunto me había caído pesado, odiaba los juegos de niños y precisamente que me trajeran a este centro sin decirme la verdad era realmente bajo.- Ya saben coman sus verduras y báñense todos los días.-Menciono jocosa con un tono condescendiente mientras las personas estaban a los lados de la salida retenidos por unas cintas rojas, y un par de hombres que trabajan para mi madre impedían que alguna de estas personas me tocasen.

Mire fijamente a mi guardaespaldas antes de volver a empinar la botella de champange con muy mala actitud faltándole el respeto a lo que era mi familia e incluso las pretensiones de este centro para adictos, pero se lo merecían por querer cambiar mi opinión.- La próxima vez que te tomes atribuciones acabaras acusado de traición y terrorismo, y no…No es broma.-Le menciono al oído a Jasper quien trabajaba para mi desde hace un par de meses, pero lamentablemente que tuviera una sonrisa picarona no le salvaría de lo que le venía.

Permito que el abra la puerta de la limosina real, (que nombre mas pendejo)… Y luego entro sin siquiera mirarle tomando el cuello de aquella exquisita bebida mientras las personas gritaban el apellido de mi familia.- ¿Se puede saber porque cambiaste el compromiso?… traerme a un centro de drogadicción. ¿Que pretendías que de pronto me pusiera a confesar problemas en una charla de corazón a corazón?, apuesto que fue mi madre quien te lo ordeno ¿pero sabes que?, la reina puede irse a tomar… por donde sea.-Me indigno tanto que miro hacia la ventana, y le entrego la botella vacía a Jasper mi guarda espaldas.

por Gale McKinnon Jue Jul 30, 2015 5:38 am

La verdad, esto de colarme en la guardia real de la princesa ha sido mucho mejor que pan comido y eso ya es destacable. Claro, si contamos con que lo he hecho con una identidad falsa y todos me creen un tal "Jasper" que proviene de Las Vegas, quien tiene un pasado oscuro del que nadie sabe. ¿Qué más da? Nadie tendrá intención de poner mucho de sí para averiguarlo si me ven serio y dispuesto en mi labor todo el día, así que no importaba demasiado la historia sino que surtiera el efecto preciso para que me dejasen ingresar en ese circulo de confianza que debe encargarse de que la posible futura heredera de millones no vaya a ser atacada o asesinada por enemigos a la corona.

Aún así de alguna forma no podía evitar divertirme a costa de la princesa. Creía controlarlo todo, pero donde le cambiabas algo, por mínimo que sea, eso le descolocaba y aún así se las arreglaba para hacerlo como se le diera la puta gana. Una lástima que arruinara su inteligencia y belleza drogándose sin ton ni son aparente. De hecho, me preguntaba porqué lo haría, la curiosidad me mataba y ese no era un punto de la minuciosa investigación que hiciéramos de Eleonor con mi esposa. Ni importaba porque lo averiguaría por mí mismo.

Quizás por eso es que cuando la reina decidió jugar un poco con la agenda de su hija, ni siquiera coloqué objeciones sobre la importancia de los compromisos que merecieran más la pena al gusto de la princesa. Al fin y al cabo, que a madre tocara esa agenda me excusaba de la pequeña modificación que hice posteriormente y mandarla a ese centro sería algo divertido de ver. Y lo es, viéndole salir de allí de este modo: ebria y apenas manteniendo la cordura de caminar y hablar con coherencia-. No sé de que me habla, alteza -respondí tranquilamente, sin expresión alguna, sosteniéndole la puerta el coche apenas alcanzarlo-. Pero estoy seguro de que probablemente esta visita ha sido muy enriquecedora para los pacientes del centro -añado con cierto toque divertido en la voz, deshaciendome de la botella antes de subir al coche a su lado-. ¿Regresamos a su hogar o prefiere otro tipo de sitio? -inquiero para que ordene al chofer su destino.

por Eleonor J. Bettel Dom Ago 02, 2015 4:58 am

Tener una responsabilidad diplomática para mi era exactamente como una piedra en el zapato, daba igual si personas llorarían o matarían por tener un museo como hogar ¿quien quisiera eso?, diamantes, oro, cuentas en los 4 contienes, yates, Islas propias, el nombre de tu propia linea de joyería, artes, casas de campos del tamaño de una pequeña ciudad ¿quien necesita eso realmente?, diría que podría regalarlo todo, pero vamos tampoco es que soy ingenua o de corazón muy blanco, sin embargo tener tu día marcado por las pretensiones y necesidades netamente publicitarias de alguien mas era algo que simplemente aborrecía, la diferencia de una madre ordinaria a la mía cuando quieren arruinar la vida de sus hijos, es que la mía tiene mas medios para hacerlo, lo cual es exactamente como una jodía piña en un lugar poco recomendable o no se, ya a esta etapa se me olvidan los buenos insultos.

Sin embargo ella puede tener infalibles e innumerables medios de como hacer mi vida un calvario, sin mencionar que mandarme a Londres en pro de mejorar las relaciones con una vieja, digo una "primera dama" era ya insoportable. Pero yo también tengo mis formas de martirizarla y quitarle el sueño, es mas usare a mi nuevo guardaespaldas, quien se merece pasarla bien mal luego de ser tan traicionero.- ¡Volver a Luxemburgo una vez estoy en el territorio de la reina virgen!, alguien necesita un poco mas de color en su vida.-Le reprocho al castaño con mucha diversión en mi mirada mientras saco un cigarrillo de mi cajetilla personalizada.-Lamentablemente me mandaron aquí a estrechar lazos con la esposa del primer ministro, ¿que iba a saber yo que le molestaría mi regalo?, honestamente fue muy delicada, pero no puedo volver a casa aun hasta arreglarlo ¿Cierto?.-Pregunto casi seria como si me importara su respuesta o realmente quisiera resolver el escándalo que hice, ¿vamos?, solo le regale un vibrador a la esposa del primer ministro de Inglaterra ¿porque tanto lio?

En fin, debemos ir a mi habitación de hotel, recoger una invitación de "mami" a una prestigiosa boda, tu mientras yo me ducho vas a buscar una botella don perignon, 15 gramos de alegría blanca, empacaras tu ropa de nuevo y asegúrate de no tener trajes de baños que me avergüence.-Le enumero con total tranquilidad encendiendo el cigarro con el zippo entre mis dedos.- Jasper, te pido encarecidamente que actúes mas divertido no estas trabajando con mi madre y aun puedo despedirte, trabajas para mi cariño no se te olvide.-Le aviso seriamente tras dejar aquel humo salir de mis labios por la ventana, notando que hemos llegado a la puerta del hotel, estaba ya cansada de sonar como una bruja caprichosa y solo necesitaba una ducha luego de haber tenido que parar a uno de los centros de adicción que tanto tenían que ver con mi tio.

por Gale McKinnon Lun Ago 03, 2015 6:13 am

Al comienzo pensé que eso de ser el guardaespaldas de una princesa malcriada y consentida por demás al punto de creer que el planeta entero está en su contra como para defenderse de esa amenaza inexistente que se tornaba real en cuanto ella hacía cosas contra sí misma para lograr la atención y habladurías ajenas. Y en eso tenía mucho que ver su madre que no hacía más que presionarla y joderla en formas cada vez más retorcidas. ¿Es que acaso no la llevó en el vientre y la amamantó o es que ya imponía modas alquilando vientres y pagando comadronas que la alimentaran a la pobre princesa? La verdad no me extrañaría nada lo segundo. Además de que Eleonor no tiene nada de pobre, qué mierda digo.

Mientras le veía sacar un cigarro de su cajetilla, aún manteniendo mi porte serio no podía evitar tener mi mente dividida entre lo mucho que me gustaba la actitud de la chica y lo mucho que deseaba que mis hijas no fuese como ella en un futuro que esperaba que se volviera bastante lejano. Probablemente si fueran como su madre mas que como yo me bastaría para sentirme orgulloso de ellas. Y aún si así no fuera, igualmente le partiría la cara a quien les llevara la contraria, pues considero que como seres humanos tienen derecho a hacer lo que ellas quieran con sus vidas. Me avergonzaría que no fuera así, eso sí.

- Su madre fue clara al decir que si no lo arreglaba, tendría las puertas del palacio cerradas para usted, señorita -le respondo manteniendo las formalidades a la vista de todos, viéndole con apenas un toque de diversión en mis ojos mientras mantenía mi porte serio, oyendo luego atentamente todo lo que me mandaba a buscar para complacerle. ¿No querrá también un pony? Asentí obediente, pensando en cómo le avisaría a mi esposa del cambio repentino de planes que nos acaba de surgir-. Actuaré lo más divertido que pueda, alteza, tampoco quiero incurrir en alguna falta... Indebida con usted -le respondo con doble intención, detallando su silueta con la mirada al subir al vehículo, cerrándole la puerta antes de subir al otro lado cual se indicaba en el protocolo.

Permanecí en silencio buena parte del viaje, viéndola de reojo, detallándola. Me encantaba y no sólo por su dinero y lo difícil que sería estafar a un miembro real no porque me diera miedo sino por las medidas de seguridad que ostentaban tener ante los ladrones de cualquier tipo. Por eso debíamos ser cuidadosos en esta misión-. Debo preguntar, señorita, cuando partiremos? He de organizar una escolta encubierta para su seguridad, organizar eso -le aclaro, con mis dedos cerca peligrosamente de los suyos-. Ademas de comprar esos trajes de baño, claro -humorizo a posta, pues ella sabe que le traeré todo lo demás también.

por Eleonor J. Bettel Lun Ago 03, 2015 7:37 pm

Jugué con el zippo entre mis dedos cerrándolo y abriéndolo con actitud condescendiente mientras mi empleado hablaba, derrepente aun bajo el "Efecto" de mi distracción me había por fin percatado de cierto detalle, y es que no sabia nada en lo absoluto de este hombre, sin embargo no era precisamente un problema, dios sabe que mi madre me quiere viva los próximos 30 años para justificar sus acciones y buscar formas retorcidas de joder mis días así que no había nada de que temer, al menos yo no, lastima que no podríamos decir lo mismo de el, aun así aquí estaba yo fingiendo atencion ante sus intentos de sonar interesante, pero vaya que le costaba es decir podría ser sexy pero de nada vale sus cualidades porque se nota que no sabe utilizarlas, seguramente era un militar mas que no hizo nada relevante durante su servicio, termino tomando un empleo considerable y bien pagado, tras haber estado sirviendole café alguna capitán condecorado, o incluso un profesional de defensa personal con complejos de sirviente. Nada del otro mundo, no eran precisamente originales a elegir al staff que nos atendía.- Jasper dudo alguna vez que puedas incurrir en alguna falta para eso necesitarías bolas, seguiste las reglas de mi madre eso significa que no las tienes, pero alégrate por otro lado no debes preocuparte porque se cuidarme muy bien yo misma, de hecho me preocupan tus habilidades para cuidar mi pequeño cuerpo.-Bufo hilarante tirandole el zippo para que lo ataje mientras me abren la puerta tras habernos estacionado.

Camine un par de pasos en mis largos tacones brillantes y mire hacia la puerta del hotel pensativa antes de que mi guardaespaldas saliera, relamiendo mis labios mientras le entregaba mi cartera de sobre pues no pensaba sacar la tarjeta de la habitación yo misma, ¿dios me salve?.-Dame tu móvil por favor...-Le pido demandante sin siquiera pestañear mientras un molesto calvo gerente de hotel comenzaba a preguntarme sobre mi día.-Yo decido quien nos va a acompañar, que comes, que como, que bebo, que vestimos, es decir desde ahora en adelante no tienes voluntad propia.-Saco la batería del móvil y la tiro a lo lejos, entregándole su celular nuevamente y le explico presuntuosa si, pero sin escatimar en expresar quien era el jefe aquí. -¿Entendido?.-Asiento yo misma con un movimiento de cabeza como si le hablara a un niño, antes de caminar determinada y digna como si ni siquiera hubiese bebido una pizca de alcohol, posiblemente costumbre.

Al llegar a mi habitación, miro mi reloj el cual ocasionalmente brillaba cuando algún rayo del sol chocaba contra una de las pequeñas piedritas, y espere a que el abriera la habitación sin que hiciera algún movimiento mas, tenia hambre, pero por sobre todo quería silencio, estar en la habitación. Deje que el se quedara atrás, cerrando la puerta y sonriendo dulcemente como si hubiese visto alguien que nunca me defraudaba, eran las 2pm era normal que aun Tim estuviera dormido, pero solo me interesaba que siempre estaba allí, deslice un pie sobre mi pierna para sacar uno de mis tacones, me quite el otro y sin mas me recosté a su lado arropándonos, ni siquiera me pregunte como había desviado su viaje o había logrado entrar a un lugar resguardado de vigilancia, pues el se las ingeniaba siempre.

Es tan oportuno siempre hasta el punto de estar ahora justo que le necesito.

por Gale McKinnon Dom Ago 16, 2015 9:02 am

Observé silencioso como jugaba con el zippo entre los dedos, distrayendome con la llama del mismo que me traia recuerdos de años atras cuando me comportaba más irresponsable e irreverente. Casi como ella ahora, sólo que yo no tenía una familia que me jodiera y a la vez me apañara con todo eso ante el mundo y bueno, mi imagen personal se había ido bastante al caño con todo eso así que debo aprovechar la segunda oportunidad que tengo de redimirme. Principalmente por mis hijas, por Carrie. Por ello es que nadie conoce absolutamente nada de mi pasado -ese que he inventado en la entrevista-, salvo el jefe de personal del palacio, quien es el único interesado en el tema y quizás la reina. Nadie más.

- Lo que menos debería preocuparle, alteza, son mis habilidades para protegerle, más creo que con el tiempo acabará apreciandolas -le respondo con cierta sorna, atajando el zippo que me lanza, sin inmutarme por lo caliente que está el mismo tras el juego constante de ella con su tapa. No pasó mucho tiempo antes de que llegaramos al hotel y cuando lo hicimos, ahora me tocaba ser el asistente para llevarle el bolso, abrir la puerta y demás. ¿Es que se quebrarian sus perfectas uñas si lo hacía ella misma? Me abstuve a duras penas de rodar los ojos, entregandole el movil barato que se suponía que fuera el mío para que hiciera de él lo que quisiera, expresando disgusto como si realmente me indignara lo que ha hecho al quitarle la batería y declararme su esclavo-. Entendido, alteza -respondí, con un solo pensamiento en mente: Loca.

Tras recorrer el espacio que nos separaba de nuestra puerta, pasé la llave, quedando algo rezagado pues se adelanta al pasar, dejándome fuera. Bufé, sintiendome molesto, más el pensamiento de perserverar en lo que buscaba por el bienestar de mi familia seguía latente en mí al punto que me fastidia el hecho de saber que el estupido del principe del otro condado está allí dentro con ella. ¿Como diablos se las ingeniaba para contactar con él si le tengo bajo mi vista todo el tiempo? Probablemente tengan telepatía o algo así, pero, joder, tengo que separarlos y esto no ayuda para nada. Miré hacia los lados, cerciorandome de que no hubieran moros en la costa, disponiendome a mandar un mensaje a Carrie, pues era su labor mantener ocupado al pelele éste.

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Staff	Ambientación La familia Rutledge es una familia de renombre, sumamente conocida por toda la sociedad londinense, son dueños de casi la mitad de la ciudad, y es que han heredado propiedades y acciones generación tras generación. No hay una sola persona que no sepa quiénes son estos, además resulta casi imposible olvidarlos considerando que los padres de estos han llamado a sus hijos en orden alfabético conforme fueron naciendo, Anthony, Benedict, Colin, Daphne, Eloise, Francesca, Gregory y Hyacinth Rutledge; aunque nos encontramos en el año 2015, las madres de la sociedad londinense sueña con ver a sus hijos casados con uno de ellos, ya que todos permanecen solteros, salvo por la mayor de las chicas, que está prometida al gran empresario Simon Basset, un buen amigo del mayor de los Rutledge. Pero esta familia esconde un oscuro secreto, mismo que resulta escalofriante de tan solo pensarlo, y lo peor de todo, nadie podría imaginarse jamás que esta gran familia, es nada más y nada menos que un grupo de psicópatas. Anthony, Benedict, Colin y el mismo Simon, se han dedicado a realizar los asesinatos más ruines que nunca nadie haya visto en la historia, siendo este último posiblemente una de las personas más despiadadas de todos ellos y el posible "maestro" de Anthony. Por supuesto que nadie podría llegar a pensar que esos hombres tan amable con quien se le ponga en frente, correctos, pulcros y educados serían capaces de algo como eso, razón por la cual les resulta más sencillo pasar desapercibidos, pero la situación ha ido mucho más lejos esta vez. Esta vez han decidido abrir un lujoso hotel siete estrellas ubicado en el medio del mar, al que por obvias razones, solo se puede acceder en barco, ¿dónde está el hotel? En el medio de la nada, nadie, salvo ellos y Daphne - quien es la única del resto de la familia enterada de todo y de acuerdo con ello -, saben donde se encuentra ubicado, y por inauguración y como motivo de llevar a cabo durante el primer mes la boda de Daphne y Simon, han acordado invitar a la sociedad más distinguida y adinerada de Londres a las mejores vacaciones de sus vidas durante, supuestamente, 3 meses, mismas que podrían terminar siendo las peores de todas, unas vacaciones de las cuales jamás regresarán gracias a la excéntrica familia y el personal de dicho hotel, que no son más que los fieles seguidores Rutledge. Claro que el viaje también ha atraído a bastantes criminales tanto conocidos por la policía como completamente desconocidos, la crema innata de Londres irá a pasar sus vacaciones ahí, es el momento perfecto para sacarles su dinero a unos cuantos ricachones, pero sin duda alguna, se han equivocado de lugar, ya que los Rutledge son una familia celosa, nadie toca a sus víctimas, salvo ellos mismos o su gente, ¿te atreverías a desafiarlos? ¿Serías capaz de subirte al barco y conocer el hermoso hotel? ¿Por qué no? Son solo gente normal con intereses un tanto... poco convencionales. Entra y conocelos a todos!!	Normas #Tu avatar deberá medir obligatoriamente 220x400. #La firma tiene que ser de 500x350 como máximo. #Ponte Nombre y Apellido. #Haz el expediente y los registros para poder darte color.
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