Hate that I love you ||Benedict

Hace un rato que Daphne nos había convocado a reunión familiar donde anuncio que finalmente estaba embarazada, obviamente yo ya lo sabía, porque fui yo quien se lo dijo. Fue muy difícil de encontrar de lo que trataba, porque aún seguía enojada por lo que habíamos ocultado, Daphne no quería que la atendiera ni nada, claramente estaba furiosa por lo que estábamos ocultándole y más porque le mentimos, cuando llegó al consultorio por primera vez, solo pensé que se trataba de algo relacionado con el estrés que le causaba con lo de los asesinatos, pero ya con más preguntas pude sacarle más pistas hasta que di con el resultado. En la reunión estaba con Simon, se veía muy tranquila, ya se habían reconciliado, no entendí como le hizo pero tarde o tendría que hacer algo para no tener más problemas con ella.

La reunión fue un poco larga, solo que nomás se terminó pensé que sería una buena idea pasarme un rato por la discoteca, además no me había parado ahí desde que comenzaron a llegar todos los invitados para la boda, sería una buena opción. Llegué a mi habitación para darme una ducha y cambiarme para el lugar donde iba. Al entrar por la puerta pude escuchar que el tipo de música era de mi agrado, todo estaba muy bien solo faltaba una bebida, me acerque a la barra para pedir un poco de agua primero, esta sediento y con el alcohol sería peor, antes de que yo pudiera elegir otra cosa más alguien me habló, al principio no supe de quien se trataba, después la reconocí y era Annika – Que sorpresa… claro que te puedes sentar – contesté amablemente señalando el asiento que estaba junto al mío  - ¿Cómo estás? ¿Qué tal la estás pasando en el hotel? – pregunté  con una sonrisa, no veía Annika desde hace mucho o solo la veía cuando chocábamos por nuestros trabajos.

Desde la boda no me había pasado por los almacenes, sin contar lo que Daphne me hizo pasar antes ahí. No he cometido nada en esos lugares recientemente, no es como si fuera un tipo de asesino a sueldo, simplemente me entretenía estar ahí, a veces estaba por horas, hasta que me cansaba y terminaba por salirme. Ya no quedaban ningún asunto pendiente para mí, desde que Daphne descubrió todo, estaba enojada conmigo me excusé con que era un trauma emocional que se produjo durante mi niñez, que hice todo lo posible por solucionarlo y que funcionó durante un tiempo, este fue cuando le mentí la primera vez. Espero que entre en razón, y me perdone por todo esto, ya que soy su hermano

No era de las personas que solía estar de fiesta todo el tiempo, solo iba a veces, cuando quería porque me gustaba estar un rato, bailar, convivir, todo lo que se hace en una fiesta. Hoy que no tenía otra cosa que hacer, ya no tenía trabajo, ningún problema, nada que ocupara tiempo pensé que ir a la discoteca y estar con alguien para olvidar todo lo que había tenido encima me vendría muy bien. Como no planeé esto, no invité a nadie, probablemente me encontraría a alguien conocido, no es como si conociera a todos los del hotel pero si había muchos que reconocería fácilmente, si era lo contrario, solo estaría un rato en el bar y me regresaría a dormir, no quisiera que ninguno de mis hermanos me vieran beber solo, sería demasiado deprimente, aparte de que no había ningún motivo para hacer, tampoco soy un alcohólico.

Después de un rato de estar en la discoteca pensé que nadie que conocía estaba, pero fue entonces cuando Annika me saludó, me alegraba saber que algún médico además de mí estaba aquí, no me sentiría tan mal. No me sorprendía encontrar a Annika, con lo que yo recordaba e mis años de universidad cursábamos, ella estaba en muchas más fiestas que yo – Efectivamente lo hacía, era un buen método – asentí – Eso no significaba que no fuera de vez en cuando a las fiestas… ya vez, puedo sorprenderte – dije con media sonrisa – Si mal no recuerdo usted se la vivía en fiestas Dra. Johnson – reí esperando su reacción, no mentía con esas palabras – Yo también me alegro mucho de verte – sonreí – No hemos podido platicar en mucho tiempo – dije antes de acabar con el resto del agua que estaba en el vaso - ¿Podrías ser más específica? – reí – Pues no mucho, he estado en el consultorio la mayoría de mi tiempo en el hotel, me he dedicado a algunas cosas del hotel también – claramente no diría todo lo que realmente hacía –  ¿Qué me puedes decir de ti?¿Viniste sola a una discoteca? Porque siempre tenías con estar con alguien todo el tiempo – dije recordando el pasado, las veces que la veía estaba acompañado de alguien, debido a que fue de las más populares que estaban la universidad.

El tiempo que pasé por la universidad conocí a muchos colegas que actualmente conozco, no todos están en el hotel sino esparcidos en varias partes del mundo, para mí suerte aún tengo a otros cerca mí, como lo es Annika, coincidíamos en la mayor parte de las clases por eso pasábamos mucho tiempo juntos. No teníamos una amistad muy grande, debido a que no teníamos tantas cosas en común, por ejemplo a ella le gustaban demasiado las fiestas, la diversión en grande, disfrutar la vida como si nada más importara o eso era lo que yo miraba en ella. Pero aun así nos comenzamos a llevar mejor cada vez más, como Annika pertenecía al grupo de porrista se traduciría en la típica chica popular de la universidad, con las que todos quieren estar, hacer lo mismo que ella hace, por eso siempre estaba con muchas personas. Pero toda su popularidad ni nada de eso era lo importante para mí, yo cuando estaba con ella era porque me interesaba platicar o simplemente estar con ella, me era muy agradable su presencia. No eran muy seguidas las veces que yo estaba con ella, porque o estaba con mis hermanos ocupados en algo o cosas de la universidad, además yo no le hacía falta estar tanto tiempo con ella, todo el tiempo tenía a alguien con quien estar. No se le complicaría demasiado buscar a alguien, creo que Annika no conoce la soledad.

Apenas terminé con los asuntos pendientes que tenía, pensé que sería buena idea ir a la discoteca porque en hace mucho el tiempo que no me pasaba por ahí, tal vez y encontraba a alguien con quien estar mientras me daban ganas de irme a dormir. Pasó un tiempo que para mí fue mucho, ya era tiempo de irme, me quedaría ahí solo como tonto, eso no quería que ocurriera, cuando ya me disponía a irme Annika apareció, como era un médico del hotel obviamente la veía pero eran pocas las veces en las que nos deteníamos un poco a charlar, de hecho la mayor parte de las veces solo nos saludábamos, pero como hoy no estábamos atendiendo a nadie, esto duraría más que unos cuantos minutos – No solo yo, fueron compañeros los que me lo recomendaron y creo que funcionaron bastante bien – reí junto con ella, era raro hacer eso pero tengo que reconocer que de algo sirvieron, sino no me hubiera convertido en uno de los mejores médicos de Londres – Creo que ir a unas cuantas fiestas es lo normal, no pasarse de fiesta en fiesta – bromee refiriéndome a ella, quien asistía  a todas las celebraciones por más pequeñas que fueran, claramente no lo decía de mala gana – Ya ves… nunca sabes con lo que vaya a salir – comenté divertido, lo que me gustaba de Annika era que siempre era muy simpática, sabes que si la saludas te encontraras con una sonrisa como respuesta. Mi curiosidad aumento en cuanto me dijo que ya había cambiado ¿A qué se refería con eso? – No creo que tanto para que te compares con una loca y gracias por acompañarme que yo también ya estaba por irme, no quería beber solo– Reí – ¿Y qué fue lo que te hizo cambiar? – pregunté con curiosidad, olvidé que todavía no pedía nada excepto el agua de hace un rato pero eso no contaba como bebida, así que pedí lo mismo que Annika al barman.

Empezó a decirme que mi familia era muy unida, estaba en lo cierto pero no sé si tomar como broma el que ella haya dicho que era la oveja de la familia – Si lo somos, a veces me llegan a molestar mucho pero son mi familia y tengo que estar con ellos – me encogí de hombros, decidí restarle importancia el final de su frase en ese instante. Dije que fuera más específica en su pregunta, porque generalizaba mucho podía contarle hasta lo que desayuné en la mañana, pero creo que no se refería a eso más bien a lo que me contestó – Ah eso precisamente… pero no, nada de eso, no tengo hijos, ni estoy casado ni comprometido ni nada – negué con la cabeza – Creo que soy demasiado joven para eso – dije en forma de broma, pero estaba preparado por si sucedía pronto – Entonces solo somos tu y yo – sonreí – me imagino que tú ya debes de estar con alguien – afirmé sin saber si estaba en lo cierto mientras le daba un sorbo a mi bebida.

Ciertamente aun no me creía la ocasión en que pude conocer a Annika, desde la primera vez que la vi no hablé con ella desde un principio, sino que mi perspectiva sobre ella era de una chica bastante superficial y egocéntrica, era lo primero que pensabas de una líder de las porristas, linda y que siempre estaba con gente similar a ella, en esas primeras veces no me acercaba a ella, solo cuando era necesario, nunca me relacione completamente con ella, mi vida era diferente a como ella la llevaba, era un poco más tranquilo y encontré amigos que eran igual que yo, entre ellos Sophie, que fue muy importante para mí, bueno, creo que aún lo es, ya no estoy muy seguro con todo esto que ocurre a mi alrededor, como la aparición de Deanna. Todo cambio con Annika el día que nos tocó hacer una tarea en pareja, era un tema que a mí se me complicaba, o terminaba de entenderlo y en lo que yo creía no nos saldría bien porque cabría la posibilidad de que ella no supiera lo que haríamos, pero la subestimé, jamás pensé que incluso pudo explicarme y gracias a ella entendí a la perfección, ese tiempo que pasamos juntos me hizo cambiar la idea de cómo era Annika, se portaba tan comprensiva, quien diría que nos pudimos relacionar bien. De ahí en adelante nuestra amistad comenzó a avanzar cada vez más, a pesar de que cada quien tenía a sus amigos debido a que no compartíamos los mismos gustos ni nada, no sabía que era lo que nos mantenía en esta relación pero estaba seguro de que estaba presente algo.

No podía ocultar lo feliz que me la estaba pasando con Annika ahora, aunque solo lleváramos unos minutos, no importaba que fueran unos años pero me hizo recordar viejos tiempos, eso estaba bien para mí – Creo que solo es cuestión de enfoques – terminé con eso, la música me parecía muy relájate al estudiar, me fastidiaba cuando estaba presionado, por eso depende del estado de ánimo que se tenga, para no entrar en una discusión sin sentido que esta fuera de contexto por el lugar en el que estamos, preferí no entrar más en este tema, porque si se tratara de debatir… estaría horas y horas hasta ganarlo, pero este no era el caso. No me pude resistir a observar esa piel que se dejó ver cuando Annika se quitó la chaqueta, solo con verla me estaba imaginando que sería suave y cálida, no, estos pensamientos no eran necesarios, solo pude sonreír cuando me dijo que era misterioso, quería que esta sensación desapareciera. Me pareció graciosa la forma en como ella se llamaba así misma se llamaba loca, estaba claro que no lo era pero eso era una parte de ella que no saldría muy fácil, es parte su esencia – Bueno… como todos sabes nadie tiene la vida muy fácil, eso sería muy simple y no se le llamaría vida – con ello recordé todos mis suceso pasados – Yo también he pasado por cosas muy difíciles, creo que todos – me recargué de espalda en la barra apoyándome sobre mis codos – creo haber visto detrás de esa chica popular a alguien que no era tímida ni insegura, como te digo, todos hemos pasado por partes de la vida que son muy amargas, pero esas cosas son las que nos hacen mejorar como persona… tan solo mírate – moví mi cabeza desde abajo hacia arriba, apreciaba que me contara este tipo de cosas – sí, la recuerdo – dije mientras asentía – Todos hemos cometido errores y eso no fue directamente tu culpa, no tienes que estarte lamentando – toqué su hombro para calmarla, pero como podría estar diciéndole esto, si yo mismo vi morir a mi madre, no sé qué fue lo que me pasó pero no la pude tener, hubiera hecho algo y no lo hice, tan solo con gritarle o decirle que no hiciera nada la podría haber detenido, fui tan estúpido al no reaccionar -  Si, todos estamos en constante cambio – comenté tajantemente para terminar con eso, me acabé de un trago el whisky que me quedaba, para olvidar todo lo que recordé de aquel accidente tan espantoso.

- Pues ya qué – me encogí de hombros – la familia es la familia, pero todo están locos, les vendría bien una cita contigo – bromee pues todos de alguna forma tenían algo raro – Ya los conocerás a todos, están esparcidos por todo el hotel – añadí,  me confundió con eso de que se le hacía raro que no tuviera a alguien y además ¿se alegraba? -  ¿te alegra que este soltero? – Pregunté – con eso de “tal vez” quieres decirme que… ¿soy viejo? – me crucé de brazos, puse mi cara de decepción, no estaba disgustado con ella, solo era una forma de actuar. Con toda la popularidad que tenía desde que asistimos a la universidad creí que ya tenía pareja, por eso afirmé que tenía, estaba en lo cierto, solo que no funcionó – Seguramente era un cretino – no sabía de quien se trataba pero si ella lo describía de esa forma entonces era una persona horrible, mientras no le hiciera nada grave a alguien todo estaría bien porque si lo hiciera y se pusiera enfrente de mí, solo era cuestión de tiempo para desaparecerlo, junto con ese novio de Megan. Es mejor no tenerlos a la vista. Antes de que dijera otra cosa más, una canción comenzó a sonar, no tuve tiempo ni de responderle  a Annika cuando me tomó por el brazo y me llevó hasta la pista de baile, yo solo asentí después de que dijo que amaba la canción, para ser sincero no era el tipo de canciones que eran mi especialidad, solo me quedaba seguirle la corriente y moverme lo más que podía…

Los encuentros con Annika desde la vez que nos comenzamos a conocernos fueron cada vez más frecuentes, realmente me sorprendió que una mujer a la que consideraba de una manera no muy positiva resultara todo lo contrario, nunca me cayó mal ni me disgustaba estar con ella, solo que no la conocí desde el inicio como la vi desde que me ayudó en ese trabajo, donde al principio me mintió con que no lo comprendió, eso tampoco era tan fácil para mí, hasta que me vio demasiado mal, terminó haciendo el trabajo y además de eso me ayudó mucho, eso lo tendría presente siempre, considerando que me pareció gracioso porque me pidió que guardara ese secreto ¿Porque escondería algo como esto? Al ver que se molestaba no podía molestarla una que otra vez.  Yo no era de las personas más populares, me mantenía en un nivel intermedio, pero todo lo de las etiquetas no me importaba en lo más mínimo. Es por eso que siempre que quería, por lo menos llegaba a saludarla y no tenía ningún problema con eso.  Con el pasar del tiempo la fui estimando cada vez más, si no fuera por el gran cambio que tuvo quizá no se hubiera convertido en la doctora que es ahora. En nuestros años de escuela Annika era muy diferente como lo es ahora, esto me es agradable, el motivo por el que cambio debió de ser demasiado grande.

La presencia de Annika esa esa noche me había alegrado, fue una buena opción venir, ahorita estuviera durmiendo y en mi cama no me sentiría como estoy ahora mío – Para serte sincero yo solo las escuchaba para estudiar, porque para otra ocasión me aburrían… pero esto no quiere decir que no sean buenos – sonreí al terminar esa frase, a lo mejor la estaba aburriendo con todo eso de las canciones, era irrelevante para el lugar donde estábamos, así que decidí dejarlo. No sé cómo comencé a centrar mi atención a su piel cuando empezó a quitarse la chaqueta, desde la universidad es atractiva, y era casi imposible que no llamara mi atención, así que trato de desviar mi mirada hacia otro lugar, no creo que no se haya dado cuenta, fue casi imperceptible mi movimiento, pero tardó lo suficiente como para visualizarla perfectamente, tuve que mantener mi posición cuando tocó mi mejilla – Supongo – fue lo único que pude decir encogiéndome de hombros.  Como sabemos la vida nunca ha sido hermosa, la mayor parte del tiempo son problemas, cada quien los ha tenido a su manera, la mía no ha sido miel sobre hojuelas, a veces solo quisiera tener a alguien con quien compartirlos, ahora estaba hablando sobre eso con Annika pero es demasiada buena persona como para contarles todos mis trastornos de niños, aunque ella debe de estar muy familiarizado con ello, pero es un riesgo que no quiero correr – Si, bueno no hace falta ser médico como para darse cuenta, solo con poner un poco de atención a las personas y ya, no creo que sea tan difícil – La comprendía muy bien, sentirse responsable por algo que sientes que tuviste algo de culpa, yo me sentía igual por la muerte de mi madre, aún conservo un poco de esa culpa dentro de mí y sé muy bien que eso quedará durante toda mi vida – Mira Annika, tu no debes de responsabilizarte por lo que pasó con tu prima, entiende que si eras su ejemplo pero ella también tenía sus propias decisiones y la forma en cómo cambiar su vida, ella no tenía por qué hacer exactamente lo mismo que tú, no haz  defraudado a nadie – entendía esa angustia, porque es la misma que yo sentía hacia mi madre. Sentía que estaba entrando en un tema muy delicado para Annika, tal vez le afectaba mucho todavía, solo pude tocar su hombro para que se calmara y entonces tocó mi mano… - Sabes que siempre puedes contarme lo que tú quieras cuando quieras – comenté consolándola, en otro momento tal vez quisiera hablar con alguien en otro momento, podría ser yo, hasta un psiquiatra necesita de alguien más.

-  Aunque te suene raro, todos lo están – sonreí – que no se te haga raro si en uno de estos días tienes a uno de los Rutledge – con esto recordé a alguien que necesitaba un cita, aceptaba que aun éramos jóvenes como para casarnos, solo que no sé cómo tomar que Annika esté alegrada con que no esté con alguien – La música no esta tan alta y yo no estoy sordo, se lo que escuché – enarqué una ceja, tenía una conclusión, pero se sé si este en lo cierto – Gracias debo decir… tú no te quedas atrás, también has sido muy guapa siempre e inteligente – sonreí  - Solo que a diferencia mía tu encontraste pareja – dije sabiendo que ella lo había dejado por varios problemas que tuvo en el pasado – Con esa respuesta creo que solo están en un conflicto de parejas, pronto se les pasará – Era bueno pero muy posesivo y celoso, solo era celos normales pero no enfermizos, creo que un hombre puede ser eso en algunas ocasiones, no creo que sea para tanto. Una canción que era desconocida para mí comenzó a sonar en la discoteca, no era el tipo de canciones que me gusta bailar pero como le gustaba a Annika tuve que acceder e ir con ella, se dio cuenta que no me gustaba porque lo podía notar con mis movimientos – Está bien – le respondí pues tenía que comenzar a moverme mejor, no fue mucho el tiempo que tardé en comprender como moverme solo seguí sus movimiento y todo fue mucho más fácil pues mis mejores pasos comenzaban a notarse, mis manos de vez en cuando tocaban su cintura  mientras seguíamos el ritmo de la música – Si… es divertido – dije también en su oído mientras la tomaba de las manos para hacer que girara…

El hecho de que en un principio en la preparatoria y parte de la universidad no me llevara tan bien como lo hice después con Annika no significaba que la calificara de odiosa, era más bien que como no conocía esa parte que ahora sé, pues no la frecuentaba ni trataba de acercarme a ella, pues ya conocía muchas personas de ese modo y mejor no estar tan cerca de ellos, ya que la mayoría arrastraba sus problemas a otros, metiéndote en ellos, a pesar de que no deberías tenerlos.  Fue un poco rara la forma en como conocí esa parte de Annika, lo más raro era que quería mantener todo eso en secreto, como si fuera tan malo que supieran que era buena para eso, se guiaba demasiado por las apariencias, pero aprendí a vivir con eso, de ahí en adelante cada vez que decía que lo que obtenía era por suerte o porque alguien le prestó su trabajo le dedicaba un mirada divertida y luego reía con ella, solo los dos conocíamos la verdad y la forma en que lo decía era muy convincente, lo cual me parecía más gracioso. Como avanzábamos en la universidad, iba cambiando lentamente, pero con lo que sucedió con Megan la hizo cambiar drásticamente, muchos estuvimos con ella y fuimos de un gran apoyo, me alegro de haber estado con ella en esos momentos tan difíciles.

Todo el mundo está lleno de contradicciones – Está bien, que tal si lo dejamos en un punto intermedio, a los dos nos gusta ese tipo de música pero no estamos dispuestos a aceptarlo completamente – dije amablemente – Pero quien iba a pensar que serías un Psiquiatra bailarina – añadí bromeando - ¿era uno de tus grandes secretos? Porque yo no lo sabía – pregunté curioso, jamás vi bailar a Annika en ningún lado ni mucho menos me dijo, cuando se quitó la chaqueta la vi discretamente pues no me pareció tan bien verla de esa manera, estaba confundido pues estaba lidiando con algo relacionado a eso, empeoró las cosas cuando me tocó la mejilla pero luego me recuperé – Entonces lo dejaremos así – mencioné y luego reí ante lo que ocurrió – El Whisky es demasiado para la chica popular, yo lo dejaría si fuera tu – terminé diciendo, yo también bebí un poco pero no me pasó lo que a ella.  Comprendía perfectamente a Annika, porque yo también pasé por lo mismo o muy similar, la muerte de mi madre aun me afectaba, logré sobrevivir con ello, pero a veces no puedo dejar de pensar en ello y con lo que hablo ahora de Megan con Annika, me deja un poco mal, pero tampoco es que lo quiera hablar, tal vez en otra ocasión lo haga pero tendrá que pasar mucho tiempo para hacerlo, ella es buena opción pero esto ni siquiera lo he hablado con mi familia – Puedo ser muchas cosas – respondí divertido – Es bueno escuchar eso, pero sí, solo es cuestión de que puedas aceptarlo y vivir con eso – pues es lo que yo he hecho todos estos años – Claro, sé que puedo hacerlo – respondí amablemente, sabía que ella era una de las personas con las que podía hablar y contarle mi problema, pero era demasiado patético como para decírselo ahora mismo.

- Aunque no me creas, pero es verdad lo que te digo –  me encogí de hombros – pronto los verás más de lo que quisieras – pensaba la posibilidad  de decirle sobre el problema que pasaba ahora mismo una de mis hermanas, pero no era Francesca por la que preguntaba – por ahora todo va muy bien con ella, pero Anthony, mi hermano mayor insistió en contratar otros médicos especializados en su enfermedad para encontrar un tratamiento para resolver su problema… debo admitir que me vendría bien un poco más de ayuda – la enfermedad de Francesca era muy difícil de erradicar y por más que quisiera curarla yo mismo aun me es muy difícil – Si lo sé, pero si es necesario, me asegurare de que vayan, aunque los tenga que llevar yo mismo – mencioné tranquilamente viendo las posibilidades sobre Eloise todavía – nunca dije que estuvieras borracha, pude ver que beber no es lo tuyo – recordé lo que hace un rato cuando tomó su bebida - ¿Y ahora me llamas sordo? – bromee,  recordé que era verdad, nunca he había dicho eso -  Cierto, pero creo que nunca se dio la oportunidad – sonreí por unos segundos, me llevó a bailar, no sé si haya sido porque le gustaba la música  o si se sentía rara hablando de su ex, así que tuve que seguirla, aunque no tuviera tantas ganas.  Ya en la pista comenzamos a bailar, en un principio lo hice un poco torpe pero bastaron un tiempo tomar el ritmo – Lo sé – alardee - Pero no lo hago tan bien como tú  –  me acerqué tanto como lo hacía ella hacia mí, reconocí lo que me decía pero Annika también bailaba muy bien – Aun tengo muchos misterios – dije de lo más normal mientras nos movíamos al ritmo de la canción, mientras bailábamos estaba muy cerca de Annika, no me di cuenta de que de cerca es más bonita.