A new life (Benedict)

Hace unos días que pensé que estaba perdido en el mar con mi familia yo más que nadie hubiera preferido que fuera solamente una pesadilla pero para mi terrible suerte eso no fue así, desperté con ese sabor de la sangre sintiendo una culpa enorme de comerme a mi familia, para mi suerte estaba flotando en los escombros de lo que antes fue una lancha.me sentía solo sin mi familia con quien estar y platicar, estando solo me hizo reflexionar de las cosas que dijeron mis hijos antes de que los mataran y yo los trataba de consolar diciendo que todo iba a estar bien, pero todos esos recuerdos me hicieron tener pensamientos de morirme ahogado con ellos pensaba que ya estaba perdido la muerte era eminente mire toda mi vida pasar frente a mis ojos , apunto  de soltarme para ahogarme y terminar con mis esperanzas mire una isla pensando que estaba desierta pero al llegar mire un muelle me dio un poco de esperanza al mirar un sujeto  que tenía una mirada perdida.

Sentí  un poco de esperanza al mirar aquel sujeto  que tenía una mirada perdida, al llegar al muelle  con la mirada un poco borrosa y los labios sedientos con la única fuerza me levante para acercarme a él -  usted es mi única esperanza- dije mientras intentaba apoyarme sobre una roca, no lograba articular las palabras para decirle lo que sucedió en medio del mar – ayúdeme estoy mal herido y necesito que me ayuden no he comido en días y tengo mucha sed -   pero ese sujeto me observaba, con su miraba que no sabía de dónde provenía, sin saber si me ayudaría o no.

Ya se me había pasado todo el coraje hacia Daphne por haberme engañado con aquella tonta marca que ni siquiera en china estaba, desahogarme con Eloise me ayudó a recuperarme, ya que decidí que no me rebajaría haciéndole otra broma como esa, era extraño la manera en como había cambiado esa idea, solo fue por esa extraña conversación que tuve igual con Katherine sobre las parejas y todas esas cosas, donde terminé con lo mismo en la habitación de Daphne, ella era otro nivel de burla, si viera cualquier expresión mía, no me dejaría nunca, siempre estaría con lo mismo, hasta que aceptaría todo y terminaría teniendo razón. No me paraba por el muelle en mucho tiempo, solo venía aquí a pasar el rato para caminar y relajarme, es por eso que aquí estaba solo pensando en lo que pasaría si Daphne lograra entrar a los almacenes, no quisiera saber cómo explotaría, ni mucho menos lo que haría para volver todo a la normalidad, aunque sería muy difícil que ella entrara, ni los guardias la dejarían entrar sola.

Perdí la noción del tiempo, tenía más o menos cuatro horas caminando sin rumbo alguno, estaba por irme cuando oí un pequeño sonido no muy alto, giré un poco mi cabeza buscando el origen del ruido, me sorprendí al ver un hombre que estaba cerca de la orilla, era increíble que alguien estuviera ahí, claramente no estaba tomando un baño, podía notarlo en su cara y por su aspecto, solo pensaba que iba a morir en cualquier momento, automáticamente me fui hacia donde estaba para ver en que podía ayudarle, de verlo en esa forma no sabía que decirle, por lo que decía deduje que estaba desesperado, estaba en lo cierto ¿No había comido, tenía mucha sed? No se trata de ninguna persona del hotel, tengo que estabilizarlo, ya luego podrá explicar todo esto que resulta irreal – No se preocupe, ahora mismo lo llevaré al consultorio para ver cómo se encuentra – dije mientras intentaba sujetarlo porque se veía muy débil como para caminar voluntariamente, mientras me preparaba para llevarlo comencé a inspeccionarlo, no entendía porque llevaba sangre si no veía heridas en los lugares que pude observar a simple vista, luego entendería porque. Cuando llegamos, descubrí que estaba deshidratado, le administré suero para que se recuperara – Me llamo Benedict Rutledge – Comenté para comenzar con las preguntas y así poder saber qué pasó con el - ¿Ahora puede decirme que fue lo que le sucedió? – pregunté para saber de dónde provenía principalmente esa sangre.

Bueno por dónde empezar, yo  trabajaba como un gran arquitecto que ganaba muy bien, por suerte no tenía esposa ni hijo  pero eso no me impedía tener novias, mis padres eran divorciados por lo cual hizo que tuviera problemas en mis estudios perdí un año pero me repuse, pues ahora soy un arquitecto, como mis padres eran divorciados en la semana tenía que ir a dos casas distintas para saber si todo estaba bien e incluso si les faltara algo pero eso era muy cansado, pero eso no importaba por verlos todos los días, vivía con mis primas que era muy cansado vivir con dos de ellas y llevarlas a los lugares que me pedían, mis tíos eran gente muy buena que siempre me apoyaron y de ellos saque de lo que me gusta el mar. Era una tarde muy bonita en el parque cuando de repente escuche un yanto era una joven muy hermosa con lo cual me enamore de tan solo verla y pues yo como un caballero la intente consolar en mis brazos pidiendo  que me digiera que pasa y porque lloraba a los pocos años nos enamoramos, nos casamos y como halos 25 años tuvimos a nuestro primer hijo que se llamaba  Alexander  y al año siguiente tuvimos a una hija que su nombre era Charlotte, pensaba que todo era perfecto, hasta que el accidente terminó por llevarse todo.

Llegando al orilla del mar arrastrándose por el sufriendo que tuve por pasar una semana en el naufragio sin comida ni agua, a lo lejos miré una isla que tenía una enorme estructura que parecía una mansión pero estaba equivocado era un simple hotel mis esperanzas aumentaron al ver a un sujeto que estaba en el muelle pensando con la mirada perdida,¬ decidí inmediatamente pedirle auxilio para que me ayudara,-muchas gracias – dije cuando me sujetaba para llevarme para el consultorio. Al llegar al consultorio mire un estetoscopio y muchos más instrumentos eso no tenía duda que el fuera un doctor como yo tenía planeado hacer antes de ser arquitecto, me revisó y me checo como estaba a punto de desmayarme por la falta de comida y agua al poco instante me desmaye. Más tarde me desperté mire algunos aparatos conectados al pecho, y una manguera  de sueros conectada a mi muñeca, como fueron segundos para mí, fueron horas para el -¿Cómo sabes tanto de medicina?- pregunte por la forma de cómo me chocaba y en la forma de tratarme.


Gracia a aquel sujeto y al suero que me puso ahora puedo moverme con aquella facilidad de antes - gracias Benedict, mi nombre es Jackson Cooper – Al fin conozco el nombre del hombre que salvo mi vida, Benedict no puede saber la verdad delo que le hice a mi familia porque no sé cómo va a reaccionar e incluso quisiera hacerme algo- todo comenzó cuando discutimos con los papas de mi esposa lo cual ocasiono que tuviéramos una pelea y pues yo para relajarme un poco y quitarme el estrés alquile un bote para irme a relajar, como el bote era automático yo intente relajarme con el sol, de repente cuando no me lo esperaba choco y exploto por los aires provocando que se hiciera escombros, por mi suerte había  un escombro que soportaba todo mi peso y poder naufragar por un día entero, a lo lejos mire una isla con una gran estructura, el llegar a la orilla note que había un muelle donde estaba usted -respondí mintiéndole, para que el no piense que soy un asesino y poderlo matar -bueno pues me podría ofrecer algo de comida que tengo mucha hambre- dije un poco avergonzado -¿conoce al dueño del hotel?... para poder arreglarme con él porque no tengo dinero-pregunté porque yo pienso que me puedo meter en problemas graves por quedarme gratis.

Lo único que quería era caminar solo para descansar y pensar las cosas con más claridad, tal como lo he hecho desde que tengo memoria, me gustaba a veces alejarme de las personas para que no vieran mi enojo y poder controlarme, como lo hago ahora que estoy en el muelle para dejar pasar ese problema de las marcas y almacenes, pero no… tenía que encontrar un hombre, que más bien era cuestión de tiempo para ser un cadáver, mi deber era ayudarlo y hacer todo lo posible porque se mejorara; puedo reconocer que si he llegado a quitarles la vida a personas, solo que estas simplemente no merecen vivir, solo están ahí para molestar a los demás, realmente hago un gran favor por eso. Sin embargo, no quiere decir que asesine solo porque alguien me caiga mal o sin razón alguna, con excepciones por supuesto, simplemente se lo merecen. Tal como pasó con los padres de Alice, tras su muerte todos pensaron que eran muy buenas personas pero si pudieran darse cuenta de que sobreexplotaban a todos sus trabajadores, aparte de que algunos ni se les pagaban o se quedaron sin hogar, con suerte un paciente me contó todo esto y pude tomar cartas en el asunto, con ayuda de alguien más todo se pudo mantener en equilibrio, no se pudo recuperar las pérdidas de las personas pero al menos ya no seguirán con lo mismo. Solo me sentí mal por Alice, su hija, quien se quedó sin nada, por suerte le encontré un trabajo como mí secretaria, a pesar de que cada vez que la veo solo miro a sus padres y un gran rencor que puedo controlar.

Ya estaba en el consultorio con este individuo para ver que estaba en mis manos para que se recuperara por completo, pensé que estaría bien si lo dejaba un momento sentado mientras buscaba lo necesario para estabilizarlo, no me percaté de que comenzó a desmayarse, tuve que correr hacia donde estaba para que no se cayera, lo recosté en la camilla, tomé sus signos vitales para ver si estaba bien, al final pensé que si le ponía un poco de suero volvería a la normalidad, ya que había estado en el agua salada; con el calor y probablemente ingestión de agua se deshidrató, estaba en lo cierto, pasaron unas horas hasta que comenzó a despertar, se veía un poco desorientado pero quizá se deba al tiempo que durmió- Pues como te puedes dar cuenta este es mi consultorio y soy el doctor de este Hotel – Respondí tranquilamente, mientras lo llevaba a la silla para que se sentara y finalmente pudiéramos conversar un poco  - Un gusto Jackson – Saludé con media sonrisa, para no parecer tan estricto, decidí ir directamente al grano y pregunté qué había ocurrido, me parecía una historia que no fuera muy cierta o tan solo sería porque había sobrevivido flotando en el agua, considerando que hay tiburones, fue un milagro que estuviera vivo – Veo que es un incidente muy aparatoso, noté que tiene manchas de sangre, pero usted no tiene ninguna herida – continúe dudoso - ¿De dónde salió señor Cooper? – pregunté arqueando la ceja izquierda pues eso me tenía confundido, de repente se salió del tema para pedirme comida, comprendo que se debe a que estuvo un día completo solo y sin nada – Ah… por supuesto, me olvidé de esa parte – me excusé por no darle ni siquiera jugo, sabía que tenía hambre, creí que lo soportaría un momento más [/color]– Deme un momento –[/color] dije haciendo una seña con la mano – Alice serías tan amable de traer algo de comida por favor – avisé a la secretaria para que le trajera algo por el altavoz, solo me dijo que lo haría rápido  – espere que ahorita le traen algo – me dirigí a Jackson, después me preguntó si conocía al dueño del hotel, era obvio que lo conocía – Si lo conozco, de hecho este hotel  es de la familia, aunque mi hermano Anthony es el que se encarga de todo o Simon el esposo de mi hermana– Comenté de lo más normal – No se preocupe por hablar con él, yo lo haré en cuanto terminemos con esto, usted se quedará por lo menos mientras se pone mejor – terminé haciendo algunas notas en una libreta, no eran nada más que garabatos pero algo no me parecía muy lógico que alguien hubiera sobrevivido al ataque de los tiburones – Por cierto ¿Puede proporcionarme alguna forma de comunicarme con sus familiares? ¿Su esposa o padres? ¿Alguno sabía que viajaba hacia el mar?– pregunté acomodándome en mi asiento, estaba consciente de que no había forma de comunicarnos hacia el exterior del hotel pero debía saber  si alguien sabía su paradero.