Nice to meet you Mr. Something {Ryan}

Había alcanzado a escuchar a Ryan cuando le obsequiaba un hermoso vestido a Jocelyn, aunque solamente pude ver la caja y no lo que había dentro de esta, era un empaque color violeta, se suponía que era para la cita que tendrían en la noche, misma que yo cancelé en su nombre, pero que sabrían hasta que llegaran al restaurante y recibieran la noticia, el pobre camarero pensaría que estaba loca por no recordar la cancelación y el que le contara que lo hacía porque iba a tener sexo con su prometido; ahora mismo mi dulce hermanita acababa de salir de su habitación, parecía molesta por algo, sabía que era ella a pesar de que solo la vi de espaldas, era imposible no reconocerme a mí misma, aunque una parte de mi deseaba poder verla a la cara y enfrentarla, no deseaba tener relación alguna con ella, deseaba destruir todo lo que tenía hasta que no tuviera nada, la odiaba de solo pensar en su existencia, y ahora acababa de entrar en su habitación, la cual había dejado abierta para mi suerte. Comencé a esculcar entre sus cosas para ver si había algo que me pudiera servir, por supuesto que a diferencia de mi no traía pantalones tan ajustados, y sus gustos eran más coloridos que los míos en cuanto a ropa según su maleta, además traía zapatos como si se fuera a quedar a vivir aquí, yo solo traía mis botas te tacón alto, unos converse y unas zapatillas oscuras que combinaran con lo que me fuera a poner, pero siempre podía pedirle prestado algo a Liz. Localicé el empaque violeta junto a una mesita y lo tomé, me senté en la cama y lo abrí para observar un hermoso y fino vestido, me puse de pie para comprobar si me quedaría y si se vería bien en mi, decidí que así sería, así que volví a meterlo en su empaque y lo tome, pero una foto en el buró de una pareja con una niña idéntica a mi cuando tenía 8 años llamó mi atención - Espero estén ardiendo juntos en el infierno con esa tonta sonrisa - Le dije a la foto de mala gana antes de salir de la habitación.

Fui a vestirme a mi habitación con el vestido que de hecho me quedaba perfectamente bien, le pedí algo de ayuda a Liz para que me ayudara a arreglarme lo más parecido a Jocelyn, se volvería loca cuando no encontrara el vestido, aunque en Londres se acostumbraba a que el hombre llegara a primero a la cita, por lo que intuí que esta vez sería así de nuevo, así que Ryan pensaría que Jocelyn había sido quien canceló la reservación, después ella iría y jamás lograría encontrar con su prometido, y ambos estarían realmente molestos cuando todo había sido culpa mía, por lo que esperé a que pasaran 5 minutos después de la reservación para que Ryan se marchara decepcionado y decidí ir a pasear un poco, tal vez le conseguía a mi hermanita algo de reputación por el hotel, tal vez volvía a encontrarme con el tal Owen, aunque no tenía idea de dónde me había metido ahora, así que solo seguí caminando hasta que entré a un lugar donde se escuchaba música a todo volumen, el hotel tenía una jodida discoteca, con lo mucho que me encantaba bailar... a Liz le encantaría este lugar cuando lo viera. Fui a la barra para pedir algo de beber en lo que buscaba a mi próxima víctima para ver si conseguía divertirme esta noche, pero alguien de un perfecto acento irlandés pronunció el nombre de Jocelyn y volteo a verme, le devolví la mirada y por poco me voy hacia atrás al ver que era... ¿cómo jodidos se llamaba? ¿Charles? No... Era algo con T... ¿Timothy? ¿o acaso era Mr. Sexy? Además de estar forrado en dinero, era tan sexy que no me sería difícil aprovecharme de la situación - Cariño... ¿qué estás haciendo aquí? - Le pregunté con voz dulce mientras me sentaba a su lado, fue lo único que se me ocurrió porque había olvidado su nombre, sabía que era guapo, pero en persona... además lucía devastado, ¿qué le había hecho ahora la bruja? Oh sí... yo era esa bruja hoy.

En verdad estaba cansado de tener que seguir con todo esto, adoraba a Jocelyn, pero era imposible casi poder tratar con ella cuando hacía todo esto, en un instante estaba demostrándome todo su amor, me pedía estar con ella, y de un segundo a otros simplemente me echaba sin más, quería entender qué era lo que pasaba con ella, pero no podía hacerlo si no me dejaba al menos intentar ayudarla, parecía estar asustada o algo, pero jamás me atrevería a hacerle algo malo. Esperaba que habláramos de eso en la cena que había reservado en el mismo restaurante del hotel, pero cuando llegué me encontré con la sorpresa de que había cancelado la reservación desde hacía ya un buen rato, no sabía que más hacer por ahora para lograr hacerla entender que lo último que deseaba era lastimarla, pero de momento no me apetecía ir a hablar con ella, no tenía idea de qué era lo que le había hecho ahora para que su indiferencia llegara a tal punto, no quería volver a la habitación, tal vez pagaba otra al menos por esta noche, al menos alguna disponible debía de haber, me daba lo mismo cuál fuera. En realidad ni siquiera estaba cansado a pesar del viaje, esperaba cualquier cosa para distraerme, y por fortuna encontré lo que parecía ser una discoteca, estaba básicamente vacía, no había nadie salvo por unas 5 o 6 personas, era obvio, pues todos estaban rendidos por el viaje, fui directo a la barra para pedir algo de beber, me daba lo mismo lo que fuera, pedí un bourbon, debía de admitir que se trataba de uno de los mejores que había probado en toda mi vida, la música estaba a todo volumen, y posiblemente Jocelyn ni siquiera lograría encontrar este lugar, de hecho era probable que no quisiera ni hablarme, solamente deseaba entender e por qué de su enfado, comprender qué había hecho ahora o terminaría por volverme loco.

Iba apenas por el quinto o tal vez sexto trago, eso creía, la verdad es que había perdido la cuenta desde hacía varios tragos, ni siquiera podía embriagarme ahora mismo como quería, aunque cuando escuché aquella voz tan familiar a mi lado, llegué a creer que lo había hecho ya, pero no, era Jocelyn y lucía más hermosa que nunca con el vestido que le había regalado, pero ahora estaba aquí como si no hubiera pasado nada, eso si que era lo más raro del mundo, aunque parte de mi ya estaba acostumbrado a ello - Dónde querías que estuviera? Después de que cancelaras la reservación del restaurante creo que lo último que deseaba era quedarme ahí - Dije terminando de beber lo que quedaba en el vaso - Que estás haciendo tu aquí? - Le pregunté más bien confundido porque hubiera venido justamente a la discoteca cuando se suponía que no se sentía bien, pedí un trago más y la observé de arriba a abajo - Luces bellisima esta noche - Le dije suavizando mi tono de voz, lucía animada, a decir verdad radiante - Deberías ir a la habitación, yo... me quedaré aquí un rato más - Le dije esperando a que me sirvieran el trago, aunque lo único que deseaba era preguntarle qué era lo que había pasado hacía un rato.

Una parte de mi esperaba realmente divertirse un poco el día de hoy, pero la gente de dinero era algo aburrida en su mayoría, todo mundo quería descansar en lugar de salir a explorar el hermoso hotel, yo ya había recorrido una gran parte de él, pero ahora era hora de hacer "mi trabajo" y disfrazarme de la santurrona de Jocelyn, no me fue nada difícil, porque salió corriendo como una demente de su habitación y no fue un problema entrar por el vestido que Ryan le había regalado, me quedaba estupendamente bien, se ajustaba perfectamente a mi cintura y era cómodo y se sentía como si fuera bastante costoso. Cabía la posibilidad de que solo estuviera con él porque estaba forrado de billetes, pero también estaba el que era terriblemente atractivo, al menos lo parecía de lejos y en la foto que tenía de él en mi habitación, pero mi sorpresa fue grata al encontrármelo sentado justo en la barra de la discoteca, no había técnicamente nadie aquí adentro y él estaba bebiendo a solas, su aspecto era algo desaliñado ahora, lo supe porque logré ver en el otro banco que había a su lado el saco de su traje, además se había aflojado el nudo de la corbata, lucía maravillosamente guapo ahí sentado, me mordí el labio y no dudé un segundo más en acercarme a hablarle, al parecer yo saldría ganando con todo esto a fin de cuentas.

Parecía haber bebido lo suficiente, y a decir verdad lo prefería consciente de todo lo que fuéramos a hacer esta noche, me preguntaba si se habría peleado con Jocelyn o algo, así que ladeé la cabeza al escuchar su respuesta - Ah... eso - Dije al recordar que había sido yo quien canceló la reservación del hotel - Lamento el no haberte avisado pero... se me ha ocurrido que podríamos hacer algo mucho más divertido, ¿no crees? - Acerqué mi banco a su lado y le sonreí mientras jugueteaba con el cuello de su camisa y descendía lentamente por su brazo - Pues te busqué por todo el hotel, era el único lugar que me faltaba - Mentí, pues solo había llegado aquí por casualidad, parecía confundido, tomé el vaso que tenía entre sus manos y bebí de éste relamiendo mis labios mientras me cruzaba de piernas sin el menos intento por disimular mi coqueteo, sonriendo al percatarme de su mirada sobre mi - Tu también luces muy bien hoy - Dije recorriendolo con la mirada hasta detenerme en sus labios, por dios, este hombre era perfecto - ¿Irme? ¿Es una broma? Estamos en una discoteca enorme casi para nosotros solos... tú vienes conmigo - Alejé el vaso de bourbon antes de levantarme y jalarlo de la mano para que me acompañara a la pista, no había nadie bailando, y la música que sonaba instaba a bailar lo bastante cerca, la nueva versión de "Crazy in love" de Beyoncé podría resultar bastante provocativa en algunos momentos, así que me pegué a él dejando descansar su mano sobre mi cintura mientras yo ponía la misma sobre su hombro y extendía la otra - ¿Bailamos, cariño? - Pregunté con una sonrisa divertida al notar la confusión en su mirada como si nunca me hubiera visto bailar, bueno... a Jocelyn, punto a mi favor.